UNA MONTAÑA RUSA DE EMOCIONES

Al comenzar Final Fantasy VII Rebirth, sabía que iba a ser una experiencia épica, pero lo que no imaginaba era la montaña rusa emocional que viviría a lo largo de sus horas. Desde sus primeros compases, el juego me atrapó de tal manera que las primeras 30 horas fueron como un viaje a través de un mundo lleno de magia, belleza y momentos inolvidables. Estaba convencido de que tenía entre mis manos el juego perfecto. Sin embargo, conforme avanzaba en la historia, empecé a notar algunos altibajos que afectaron la percepción global de la obra.

MAGIA EN CADA MOMENTO, PERO CON UNA TRAMA COMPLEJA

Las primeras 30 horas de juego son un derroche de creatividad, emoción y magia. Cada combate, cada exploración, cada interacción con los personajes me mantenían totalmente absorbido. El sistema de combate, aunque familiar, sigue siendo uno de los puntos más fuertes, con mejoras que lo hacen aún más fluido y espectacular. La estructura del mundo y la forma en que te envuelves en la trama es tan potente que casi olvidé que estaba jugando una secuela y no un remake al uso del clásico de PlayStation. La influencia de títulos como Crisis Core, Before Crisis y las películas del universo Final Fantasy VII le dan una riqueza y profundidad innegables.

LA TRAMA Y SUS INCONGNITAS

Una vez que el juego avanza, el sistema de misiones y la estructura del gameplay comienzan a hacer mella. Aunque todo se sigue desarrollando de forma espectacular, el constante cambio de ritmo y la falta de un cierre definitivo en la trama puede desconcertar. El lore y las referencias a los diferentes medios de la saga crean una experiencia profundamente inmersiva, pero no todos los jugadores están preparados para tal densidad narrativa. La trama no cierra muchas preguntas y el final deja más dudas que respuestas. Esto, sumado a la estructura en tres partes del juego, puede provocar cierta frustración.

UNA OBRA MAESTRA CON UNA PEQUEÑA FLAQUEZA

A pesar de sus defectos, Final Fantasy VII Rebirth sigue siendo una obra maestra. Los momentos mágicos que experimenté en las primeras horas son imposibles de olvidar y el amor por el universo creado por Square Enix sigue brillando con fuerza. La oportunidad de revivir historias, personajes y situaciones tan icónicas, mientras se abren nuevas líneas argumentales, es una de las mayores riquezas de este título. Aun así, el hecho de que el juego esté dividido en tres partes y que tengamos que esperar para descubrir cómo se desarrollará todo, me deja un sabor agridulce.

CONCLUSIÓN

Final Fantasy VII Rebirth es, sin lugar a dudas, uno de los títulos más impactantes de la saga. Aunque la estructura de su narrativa y la falta de resolución de muchas de las incógnitas me dejaron algo desorientado, el viaje sigue siendo increíblemente gratificante. Con una jugabilidad sólida, una historia apasionante (aunque fragmentada) y un universo expansivo, es un juego que hará las delicias de los fans más acérrimos de la saga. Pero esa rabieta tonta que siento al tener que esperar a la siguiente parte y sus fallos técnicos , como la iluminación o el rendimiento en PS5 afecta a su nota final, lo que evita que sea una obra completamente perfecta.

NOTA: 90

Analizado por: Javi