UNA BASURA DISFRAZADA DE VISUAL NOVEL: EL FRACASO DE UN GÉNERO MAL ENTENDIDO

Cuando un juego me cabrea, no es por manías personales ni por ser especialmente quisquilloso; es porque traiciona los pilares básicos de su maldito género. Y eso es exactamente lo que ha conseguido esta "visual novel" de tercera: cabrearme como nunca.

UNA TRAICIÓN AL GÉNERO

De entrada, quiero dejar claro que las visual novels no son mi género predilecto, pero no soy ningún novato en este campo. He jugado lo suficiente como para saber cuándo una obra está bien hecha y cuándo es una jodida burla al medio. Incluso las visual novels de los 90, con sus limitaciones técnicas y su narrativa simple, le dan mil vueltas a esta basura. ¿Por qué? Porque al menos cumplían con su propósito: te ofrecían una experiencia narrativa sólida, personajes decentes y decisiones que de verdad importaban.

LOS PERSONAJES Y EL ARTE

Los protagonistas parecen sacados de la mente de un adolescente. Y ojo, el arte no es el problema; de hecho, es lo único que se salva. El dibujo está bien hecho, incluso bonito en ciertos momentos, pero eso no sirve de nada cuando los personajes son estereotipos huecos y mal construidos que te sacan de la historia en cada maldito diálogo.

LAS DECISIONES: UNA FARSA

Lo peor, y lo que realmente me revuelve el estómago, es que este juego ni siquiera respeta la esencia básica de una visual novel: tus decisiones. Aquí, tus elecciones son una puta broma, puro relleno que no lleva a ningún lado. Y si tus decisiones no tienen peso, ¿qué sentido tiene? Es como si un juego de rol te quitara la opción de personalizar tu personaje o un shooter no te dejara disparar. No cumple con lo que promete, ni con lo que vende al jugador.

CONCLUSIÓN

Esta "visual novel" es un insulto al género, una pérdida de tiempo y una mancha en el catálogo de cualquiera que se atreva a jugarla. Si hay algo que he aprendido después de esto, es que hasta los clásicos más modestos de los 90 siguen siendo faros de calidad frente a despropósitos como este.

A veces, lo mejor que puedes hacer con un juego es olvidarlo. Y créeme, este se merece el olvido absoluto.

NOTA: 10

Analizado por: Javi