UN JUEGO TAN CORTO COMO IMPACTANTE

The Order 1886, desarrollado por Ready at Dawn, es uno de esos títulos que logran dividir opiniones. Desde su lanzamiento, ha sido criticado por su duración y falta de profundidad jugable, pero también ha sido elogiado por su apartado visual y ambientación. Tras jugarlo, tengo sensaciones encontradas: aunque me fascinó su presentación, no puedo ignorar sus carencias.

Gráficos y Ambientación

Lo primero que impacta al jugar The Order 1886 es su deslumbrante apartado visual. Incluso hoy en día, sigue siendo uno de los juegos más impresionantes gráficamente en cuanto a iluminación, texturas y detalles. La recreación de un Londres victoriano alternativo, plagado de misterio y tecnología steampunk, es simplemente espectacular. Cada calle, edificio y vestimenta está diseñado con una atención al detalle digna de admiración. Es un auténtico placer visual.

Historia

La trama es uno de los puntos fuertes del juego, aunque su final abierto puede dejar insatisfechos a algunos jugadores. Encarnas a Sir Galahad, un miembro de una orden de caballeros que lucha contra amenazas sobrenaturales y humanas en una Londres ficticia. La narrativa tiene momentos brillantes, pero no termina de profundizar en los personajes ni en el lore que propone. Es como si el juego estuviera preparando un terreno que nunca llega a explorarse por completo.

Jugabilidad

Aquí es donde The Order 1886 flaquea. Si bien las mecánicas de disparo son competentes y algunas armas, como el rifle de rayos Tesla, ofrecen una experiencia divertida, los enfrentamientos se sienten demasiado guiados y repetitivos. Además, el juego está repleto de cinemáticas y momentos de "caminar lento", lo que puede frustrar a quienes buscan acción constante. La sensación es que se priorizó la narrativa y los gráficos sobre la profundidad jugable.

Duración

Este es el aspecto más polémico del juego. Con una duración de entre 6 y 8 horas, The Order 1886 se siente más como una experiencia cinematográfica que como un videojuego completo. Aunque lo disfruté, no puedo evitar desear que hubiera ofrecido más contenido o rejugabilidad.

Conclusión

The Order 1886 es una obra visualmente impresionante y con una ambientación única, pero su jugabilidad limitada y corta duración lo mantienen lejos de ser un clásico imprescindible. A pesar de ello, es una experiencia que vale la pena para quienes busquen un título que sorprenda por sus gráficos y su narrativa cinematográfica, aunque sea por un tiempo breve.

Nota: 80

Analizado por: Omar